El águila de la barbarie
Desde su origen, el Imperio ha recurrido a la mentira y la auto-agresión para “justificar” sus guerras de exterminio. Maine, Lusitania, Tonkín y 11 de Septiembre fueron sólo varias, entre muchas.
Carlos Rivero Collado | Para Kaos en la Red | 16-9-2011 a las 17:55
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1-. 257 años de mentiras y auto-atentados (1754-2011)

Quienes se enfurecen cuando se dice que el 11 de Septiembre fue un auto-atentado del Imperio, no conocen ni quieren conocer la historia del gobierno de Estados Unidos.

He dedicado decenas de artículos a presentar esa historia desde la época en que este país era sólo un proyecto de imperio, sometido aún a la Gran Bretaña. El tema es inagotable y debemos volver a él, cinco días después del décimo aniversario de la más famosa de las mentiras y auto-agresiones.

A-. Los orígenes: En mayo de 1754, George Washington, teniente-coronel de la milicia colonial de Virginia, acusó al héroe francés Joseph Coulon de Jumonville de atacar a sus tropas, a pesar de que habían sido éstas las que sorprendieron a Jumonville y sus ayudantes, mientras dormían, en territorio francés, que abarcaba entonces la mayor parte de Norteamérica. Aquel ataque a traición y el asesinato de Jumonville cuando ya era prisionero, perpetrado por un subalterno de Washington, fue la causa principal de la guerra en este continente entre Francia e Inglaterra –French and Indian War-- que, al enfrentar a los dos imperios más poderosos del mundo en Norteamérica, devino dos años después en una guerra mundial conocida en Europa como Guerra de los Siete Años. Sin el asesinato de Jumonville esa guerra no hubiera sido mundial y no habría habido un millón y medio de muertos. Al final del conflicto, el país al que hoy llamamos Estados Unidos duplicó su territorio y ése fue el comienzo del subimperio yanqui que estuvo sometido al Imperio Británico por veinte años, hasta 1783. Vemos, entonces, que desde su inicio, y aun antes, la mentira, el crimen y la auto-agresión, directa o provocada, han marcado la historia del gobierno de Estados Unidos.

B-. El primer genocidio: Quince años después, el propio Washington, ya general, al mando de las milicias continentales que luchaban por la independencia, acusó a varias tribus de la Confederación Iroquesa de atacar a sus tropas. Era mentira, una de las tantas que dijo “the man who couldn't tell a lie” --el hombre que no podía mentir--. Habían sido las tropas continentales las que habían agredido primero a los iroqueses. La represalia es conocida como Sullivan Raid en la que no sólo fueron atacados los combatientes nativos sino que, además, se le dio candela, de madrugada, a las chozas de sus familiares. Cientos de mujeres y niños fueron quemados vivos al norte de Nueva York, en el verano de 1779. Los iroqueses apoyaban a Inglaterra porque el rey Jorge III había convertido en ley un compromiso real que le aseguraba a toda la población autóctona de Norteamérica sus tierras … las mismas que los continentales aspiraban a quitarle, como sucedería unos años después de la independencia.

C-. La primera agresión a Libia: En 1801, Thomas Jefferson –el “Hombre de las Leyes” que fue el que más leyes violó-- acusó a Trípoli, uno de los países de la llamada Costa Barbárica –Barbary Coast-- de atacar a sus naves. Una investigación posterior realizada por Francia probó que habían sido los barcos de guerra del incipiente Imperio los que atacaron, de súbito, a las naves tripolitanas, lo que dio origen a las dos guerras entre Trípoli y EU –1801 a 1805, y 1815--. .

D-. Agresión a España: En 1816, el general Andrew Jackson acusó a los indios seminoles de atacar a sus tropas. Ésa fue la falsa excusa. Las tropas de Jackson cruzaron la frontera con la Florida, parte entonces del Imperio Español, y atacaron a los seminoles en Fort Negro y a la guarnición española en Pensacola. Por una traición de Fernando VII, que violó la Constitución de Cádiz, vigente en España desde 1812, y una similar violación a la Constitución de EU por John Quincy Adams, el Imperio se apropió ilegalmente de la Florida, en 1821.

E-. El Gran Despojo: En 1846, James Polk acusó al gobierno de México de atacar a las tropas de su país en territorio estadounidense, a orillas del Río Grande. Era, otra vez, mentira. La frontera entre EU y México era el Río Nueces, no el Grande. Esa auto-agresión indirecta, o sea provocada, dio origen a la guerra entre los dos países en la que México perdió el 54% de su territorio nacional --incluyendo el que había perdido tres años antes con la ilegal anexión de Tejas el Imperio--, en el que se hallaba la mayor parte de su petróleo, oro y tierras más fértiles.

F-. El robo de Hawai: En 1893, un grupo de mercenarios al servicio de varias compañías yanquis acusó a la reina Liliukalani de Hawai de planear la expulsión de los extranjeros. Mentira que utilizó ese grupo, con el apoyo abierto de las naves de guerra del Imperio, para armar a un grupo de facinerosos, destituir a la reina --que no tenía ejército ni policía--, y proclamar la falsa república que se anexó al Imperio cinco años después.

G-. La auto-agresión del Maine: Los pormenores de la destrucción del acorazado Maine, en febrero de 1898, están en uno de los artículos que aparecen a continuación (Un 11 de Septiembre contra España) Este auto-atentado fue utilizado por el Imperio para ir a la guerra con España y despojarla del resto de sus posesiones imperiales de ultramar, con excepción de las Islas Canarias –tal vez para otros no, pero para mí son aún posesiones imperiales--.

H-. El auto-atentado indirecto del Lusitania Desde 1914, el gobierno de Woodrow Wilson usaba el barco de pasajeros Lusitania para enviar armas y grandes cantidades de explosivos a Inglaterra, cuando EU aún era neutral en la guerra mundial, lo cual era una flagrante violación de las leyes marítimas en tiempos de guerra. En un anuncio de The New York Times, la embajada alemana advirtió que si esa provocación ilegal continuaba, la nave sería considerada barco de guerra. El Lusitania fue llenado otra vez de explosivos, armas y otros pertrechos de guerra. El 7 de mayo de 1915 fue hundido por un submarino alemán, a o­nce millas de las costas de Irlanda, con un saldo de 1,198 muertos, entre ellos 125 estadounidenses. El Imperio usó este auto-atentado indirecto para ir creando un ambiente favorable a la participación de EU en la guerra mundial.

I-. Telegrama Zimmermann: otra auto-agresión indirecta: En enero de 1917, el pueblo estadounidense, influido por los líderes socialistas, era aún contrario a la guerra. Los servicios de inteligencia de EU e Inglaterra inventaron, entonces, el Telegrama Zimmermann, para probar, falsamente, que Alemania estaba tratando que México le declarara la guerra a Estados Unidos con la promesa de que sus legítimos territorios –California, Tejas, etc-- les serían devueltos. Sólo personas muy ignorantes podían creer que el México de la Revolución, en el que estaban enfrentadas entre sí las fuerzas más poderosas del país –Carranza, Díaz, Villa, Zapata y otros-- podía ir a una guerra contra Estados Unidos, cuyo poderío militar era muy superior y cuyo gobierno mantenía la férrea unidad de las fuerzas armadas del país. El Imperio usó el falso telegrama auto-agresor para crear un ambiente de guerra que le permitió entrar en el conflicto mundial, en el que hubo más de veinte millones de muertos.

J-. Pearl Harbor: este ataque japonés puede ser considerado, también, una auto-agresión indirecta porque Roosevelt y el alto mando del Pentágono sabían que la gran base sería atacada aquel 7 de diciembre –unos días antes se había descifrado el código secreto de la Armada japonesa-- y no hicieron nada para que la base se defendiera de tan terrible ataque. El bloqueo naval del Imperio, que lo dejaba sin materias primas esenciales para su subsistencia, impulsó al Japón a la guerra. Ambas acciones, el bloqueo y la desprotección de Pearl Harbor, fueron auto-agresiones provocadas.

K-. Golfo de Tonkín: El 2 de agosto de 1964, el Imperio anunció que tres naves torpederas de Vietnam del Norte habían atacado al destructor Maddox en aguas internacionales. Era, una vez más, mentira. El Maddox estaba operando cerca de las costas de Vietnam del Norte y el gobierno de Hanoi tenía todo el derecho de proteger sus aguas territoriales. Dos días después, voceros del Imperio anunciaron que otra nave había sido atacada por los norvietnamitas. Este ataque era falso, una invención total que hasta Lyndon Johnson tuvo que aceptar en sus memorias. El primer incidente, en que el Imperio provocó a Vietnam del Norte, y el segundo, que jamás sucedió, fueron utilizados por el gobierno de Estados Unidos para entrar de lleno en la Guerra de Vietnam, en la que hubo unos cuatro millones de muertos.

L-. 11 de Septiembre: ya quedan muy pocas personas en el mundo que creen en la versión que dio el gobierno de Bush sobre lo que sucedió aquel día. Se cree que el 60% del pueblo estadounidense cree que se trató de una self inflicted wound, una herida auto-infligida, una auto-agresión. Sólo los incondicionales del Imperio, que justifican todos sus crímenes, niegan una realidad tan evidente.

M-. Las armas invisibles: el Imperio necesitaba ir a la guerra con Irak para robarle su petróleo, aumentar las ganancias de la industria bélica y fortalecer su dominio en un mundo globalizado. Para ello inventó la mentira de las “Armas de Destrucción Masiva” (WMD: Weapons of Mass Destruction) La guerra de exterminio llevada a cabo por el Imperio en la cuna de la civilización y la cultura es uno de los capítulos más canallas y sanguinarios de la historia de la humanidad.

N-. Libia: de no haber sido por los mercenarios del sionismo y de varias potencias capitalistas, que se infiltraron en Bengazi desde fines del año pasado, y por las masacres de la OTAN, no hubiera habido guerra civil en Libia y decenas de miles de personas no hubiesen muerto. El objetivo, como en Irak, fue también el petróleo, el gasto bélico y el poder mundial.

2-. Otras curiosidades sobre la auto-agresión del 11 de Septiembre

1-. El FBI, encargado no de perpetrar el crimen sino de encubrirlo, como en el magnicidio de Kennedy, declaró que no tenía el menor conocimiento de que se iban a producir los atentados, sin embargo en menos de 48 horas ya tenía los nombres de los “19 secuestradores”, sus nacionalidades, lugares de residencia y otros datos sensibles. Ya sabía, además, los nombres de los “pilotos terroristas” que habían conducido los “cuatro aviones secuestrados”, a pesar de que ninguno de esos nombres aparecía en las listas de pasajeros.

2-. De la única forma en que el Vuelo 11 de American Airlines, supuestamente piloteado por Muhammad Atta, podía “impactar” la torre norte del Centro Mundial de Comercio, en Nueva York, y no la plantas nucleares de Indian Point, que se hallaban a orillas del Hudson, a 40 millas al norte de Manhattan, es que Atta no hubiese estado en los controles de ese avión al pasar sobre esas plantas porque es imposible que un terrorista lleno de odio hacia el Imperio que está a punto de dar su vida y las de sus compañeros para acometer una acción para ellos gloriosa vaya a preferir las tontas torres a las apocalípticas plantas nucleares. Eso, como decimos los cubanos, no existe.

3-. Nadie entiende que alguien como Atta, que “dirigió” toda la acción del 11 de Septiembre y acometió, personalmente, una operación tan difícil, de tanto coraje y precisión, como “impactar un avión grande de pasajeros en la torre norte”, pudiese dejar abandonados en el aeropuerto de Boston dos maletines con pertenencias personales y documentos sensitivos. Esos maletines tuvieron que ser plantados allí por aquéllos cuya misión era encubrir a los verdaderos culpables del crimen, o sea por agentes del FBI. De la misma forma en que es imposible que su pasaporte haya aparecido entre los escombros. Ese pasaporte también fue plantado allí como “evidencia” por el FBI. Sólo personas con insuficiencia racional o gran sentido del humor, pueden creer que unos segundos antes del impacto, Atta pudo abrir la escotilla lateral de la cabina para dejar caer su pasaporte que, en tal caso, no habría caído verticalmente, sino que habría volado a cierta distancia de allí … a no ser que fuera un pasaporte con hojas de plomo. La “evidencia” del pasaporte de Atta en los escombros de la torre norte –intacto, sin el menor rasguño--, presentada por el FBI a los medios de difusión, es, en mi opinión, la evidencia más definitiva de que el crimen tuvo el encubrimiento de esa agencia federal porque se trataba de un auto-atentado.

4-. De acuerdo a la versión oficial, el Boeing 757 que “impactó” el Pentágono tenía un wingspan de 30 metros y una velocidad de 520 millas por hora. El frente del avión se desintegró, pero la parte posterior de la nave atravesó el edificio de concreto por más de 90 metros. Eso es imposible ya que el cuerpo del avión no está hecho de acero, sino de aluminio. Toda la nave aérea hubiera hecho explosión en el momento del impacto ya que llevaba decenas de miles de galones de gasolina. De ese “avión” no se encontró el menor rastro, ni siquiera la caja negra que está hecha para resistir los más fuertes golpes y un fuego intenso. La versión oficial sobre el avión del Pentágono es una de las evidencias más definitivas que prueban la falsedad de todo lo que dijo el gobierno sobre ese “ataque” y refuerza el convencimiento que se trató de una auto-agresión, porque, además, la sección del Pentágono destruida estaba siendo reparada y en ella, en ese momento, solo había obreros civiles. A menos de cien metros estaba el alto mando de las fuerzas armadas del Imperio.

5-. Jamás se ha visto, ni antes ni después de aquel día, que un incendio haya hecho desplomarse a un edificio con estructura de acero. Puede arder por muchos días, pero no se desploma. Los incendios duraron menos de dos horas. Ha habido edificios similares que han estado ardiendo por muchos días y no se han desplomado. No hay la menor duda que las torres 1, 2 y 7 del WTC fueron derribadas por poderosas cargas de dinamita y ésa es una de las pruebas más definitivas de que se trató de un inside job, un trabajo interno, que, de ninguna manera, podía ser realizado, sin la aprobación de los más altos jerarcas del Imperio.

6-. Es muy significativo que en las listas de pasajeros (flight manifests) de los cuatro aviones secuestrados no apareciera ni un solo nombre árabe.

7-. Dos meses antes de los atentados, Osama bin Laden estuvo recluido varios días en un hospital estadounidense en el emirato de Dubai. Allí recibió la visita de un agente de la CIA y de un alto oficial de Inteligencia de Arabia Saudita. Nada de eso fue mencionado en la versión oficial. Desde hacía varios años, bin Laden era reclamado por el Imperio por supuestos delitos de terrorismo. ¿Por qué la CIA y la Inteligencia saudita no lo denunciaron?

8-. Hay varias evidencias que prueban que el gobierno de Arabia Saudita financiaba a al-Qaeda, lo cual fue silenciado en el Informe Kean y por el FBI.

9-. Se sabe que Mahmud Ahmad, jefe de ISI (la Inteligencia paquistaní) estuvo en Washington a principios de septiembre del 2,001 y se entrevistó con George Tenet, director de la CIA. Se sabe que el gobierno de Islamabad ha sido un gran aliado de bin Laden, al extremo de que lo protegió por muchos años en una casa que estaba muy cerca del mayor campamento militar de Pakistán. Es lógico deducir que el gobierno de Pakistán no sólo fue cómplice del 11 de Septiembre, sino, además, en lo de la falsa muerte de bin Laden hace pocos meses. Ahora quieren dar a entender que hay serios desacuerdos entre ambos gobiernos, pero todo eso es falso para disimular su complicidad.

10-. En el año 2,000, un grupo de prominentes figuras el Complejo Militar-Industrial-Terrorista publicó el estudio The Project for the New American CenturyEl Proyecto para el Nuevo Siglo “Americano”-- en el que planteó que “un nuevo Pearl Harbor sería en extremo beneficioso para el desarrollo y la modernización de la tecnología militar de Estados Unidos”

Por supuesto que hay cientos de evidencias más que prueban la culpabilidad directa del gobierno de Estados Unidos en los atentados del 11 de Septiembre, pero no quiero abusar, una vez más, del tiempo y la paciencia del lector