El presidente de la República, Hugo Chávez, informó anoche que, gracias al cuidado de los médicos y las innumerables expresiones de amor, su salud evoluciona satisfactoriamente tras ser operado por segunda vez de un tumor con presencia de células cancerígenas. Al dirigirse al pueblo, en mensaje transmitido en cadena nacional, el mandatario venezolano expresó: ¡Vamos pues, vamos con nuestro Padre Bolívar en vanguardia a seguir subiendo la cima del Chimborazo. Gracias Dios mío, gracias pueblo mío, gracias vida mía, hasta la victoria siempre, nosotros venceremos”.


(Agencia Venezolana de Noticias/Correo del Orinoco). El presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, expresó en cadena
nacional de radio y televisión, que continúa recuperándose
satisfactoriamente, luego de ser sometido a una segunda intervención
quirúrgica, debido al hallazgo de un tumor abscesado, con presencia de
células cancerígenas, el cual fue extraído totalmente y sin
complicaciones.


Chávez invitó al pueblo a seguir escalando nuevas cumbres. “Vamos pues,
con nuestro Padre Bolívar, a seguir subiendo la cima del Chimborazo.
Nosotros venceremos”, agregó.


El Jefe de Estado explicó a los venezolanos y venezolanas su estado de
salud y el hallazgo de células cancerígenas encontradas en la zona
pélvica de su cuerpo, tumor que fue extraído en su totalidad, luego de
ser sometido a una segunda intervención quirúrgica en La Habana, Cuba.


Dijo que su viaje a Cuba era para realizarse diversos chequeos médicos en
su rodilla izquierda, de la cual ya venía sufriendo tiempo atrás. Comentó
que el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, notó otras molestias
que Chávez intentaba disimular, y entonces se le efectuaron diferentes
exámenes, los cuales permitieron detectar una extraña malformación en su
zona pélvica.


“Esa misma noche (8 de junio) el avance médico fue puesto a nuestra plena
disposición. Se encontró una extraña malformación en mi zona pélvica,
(por lo cual se le operó de inmediato el 11 de junio)ante el inminente
riesgo de infección, algunas horas antes del anuncio”, recordó.


Inmediatamente a la primera intervención quirúrgica recibió tratamiento
antibiótico intensivo con una positiva evolución que trajo una notable
mejoría; “sin embargo, y a pesar de la evolución, fueron apareciendo
algunas sospechas de formaciones celulares no detectadas hasta entonces.
Comenzaron otra serie de estudios, de anatomía patológica, y se detectó
la existencia de un tumor abscesado, con presencia de células
cancerígenas“, por lo cual fue sometido a una segunda intervención
quirúrgica que permitió extracción total del tumor.


Sin embargo, aclaró: “Me he mantenido en todas las funciones (como
Presidente) y en constante comunicación con el vicepresidente Elías
Jaua”.


Asimismo, agradeció las demostraciones de solidaridad del pueblo
venezolano y de otros pueblos del mundo, así como de diferentes Jefes de
Estado.


A continuación el comunicado íntegro, leído por el Comandante Presidente:


Mensaje al Pueblo Venezolano


“Yo espero mucho del tiempo, su inmenso vientre contiene más esperanzas
que sucesos pasados, y los acontecimientos futuros han de ser superiores
a los pretérito”, Simón Bolívar.


El tiempo y sus ritmos, el tiempo y sus mandatos, el tiempo y sus
designios como está señalado en el Eclasiastés, me llevan hoy a leer este
comunicado a la Nación venezolana y a la opinión pública internacional,
muy pendiente como sé han estado de la evolución de mi salud, desde que
hace varias semanas comenzó a dar muestras evidentes de deterioro.


Después de la excelente gira que hicimos por Brasil y Ecuador entre los
días 5 y 7 de junio próximos pasados, llegamos a la Cuba solidaria de
siempre para concluir la jornada con la revisión y firma de nuevos
acuerdos de cooperación. Confieso que desde el punto de vista de mi
salud, solo tenía previsto hacerme un chequeo en la rodilla izquierda, ya
casi recuperada de aquella lesión de comienzo de mayo.


A lo largo de toda mi vida vine cometiendo uno de esos errores que bien
pudiera caber perfectamente en aquella categoría que algún filósofo llamó
errores fundamentales, descuidar la salud y además ser muy renuente a los
chequeos y tratamientos médicos. Sin duda, qué error tan fundamental! Y
sobre todo en un revolucionario con algunas modestas responsabilidades
como las que la Revolución me vino imponiendo desde hace más de 30 años.


Sin embargo, ya en La Habana, cuando caía la tarde del miércoles 8 de
junio, allí estábamos de nuevo con Fidel, con aquel gigante que ya superó
todos los tiempos y todos los lugares. Seguramente no fue difícil para
Fidel darse cuenta de algunos malestares que, más allá de mi rodilla
izquierda, yo había venido tratando de disimular desde varias semanas
atrás.


Me interrogó casi como un médico, me confesé casi como un paciente. Y esa
misma noche todo el inmenso avance médico que la Revolución cubana ha
logrado para su pueblo y en buena parte del mundo fue puesto a nuestra
plena disposición, iniciándose un conjunto de exámenes de diagnóstico.


Fue así como se detectó una extraña formación en la región pélvica, que
ameritó una intervención quirúrgica de emergencia, ante el inminente
riesgo de una infección generalizada. Eso fue el sábado 11 de junio, muy
temprano en la mañana, algunas horas antes del anuncio que fue leído al
país y al mundo, y que ha desatado tantas manifestaciones de solidaridad
que no dejan de emocionarme a cada instante.


Luego de aquella operación, que en principio logró el drenaje del
absceso, comenzó un tratamiento antibiótico intensivo con una positiva
evolución, que trajo una notable mejoría. Sin embargo, y a pesar de la
favorable evolución general, a lo largo del proceso de drenajes y de
curas, fueron apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras
formaciones celulares no detectadas hasta entonces.


Comenzó, por tanto y de inmediato, otra serie de estudios especiales,
citoquímicos, citológicos, microbiológicos y de anatomía patológica, que
confirmaron la existencia de un tumor abscesado, con presencia de células
cancerígenas, lo cual hizo necesaria la realización de una segunda
intervención quirúrgica, que permitió la extracción total de dicho tumor.


Se trató de una intervención mayor, realizada sin complicaciones, tras la
cual he continuando evolucionando satisfactoriamente, mientras recibo los
tratamientos complementarios para combatir los diversos tipos de células
encontradas y así continuar por el camino de mi plena recuperación.


Mientras tanto, me he mantenido y me mantengo informado y al mando de las
acciones del Gobierno Bolivariano, en comunicación permanente con el
compañero vicepresidente Elías Jaua y todo mi equipo de Gobierno.


Agradezco infinitamente las numerosas y entusiastas demostraciones de
solidaridad que he recibido del pueblo venezolano y otros pueblos
hermanos, así como de jefes de Estado y de Gobierno de numerosos países
del mundo, desde la convicción de que todo ese amor, de que toda esa
solidaridad constituyen la más sublime energía que impulsa e impulsará mi
voluntad de vencer en esta nueva batalla que la vida nos ha puesto por
delante, y de manera muy especial al pueblo cubano, a la Nación cubana, a
Fidel, a Raúl, a toda esta legión médica que se ha puesto al frente de
esta batalla de una manera verdaderamente sublime.


Sin embargo, también he estado muy consciente de cierto grado de angustia
e incertidumbre que ha estado recorriendo a lo largo de estos días, de
estas noches, el alma y el cuerpo de la Nación venezolana, creo que más
allá de los intentos manipuladores de algunos sectores bien conocidos,
esos sentimientos eran y son inevitables y forman parte de la propia
naturaleza humana, rodeada ésta, además, por las circunstancias que la
enmarcan y muchas veces la sacuden, como en este caso ocurre.


Desde el primer momento asumí todas las responsabilidades en cuanto al
cuido estricto por la veracidad de las informaciones a ser transmitidas,
fundamentándome en un doble conjunto de razones, la razón médica
científica en primer término y en segundo lugar, y de manera
especialmente cuidada desde lo más profundo de mi alma y de mi
conciencia, la razón humana, la razón amorosa, para ser más preciso, la
razón amorosa.


De la primera, es decir de la razón médica, ya hemos hablado un poco, ha
sido un proceso lento y cuidadoso, de aproximación y diagnóstico, de
avances y descubrimientos a lo largo de varias etapas, en las cuales se
ha ido aplicando un riguroso procedimiento científico, que no aceptaba ni
acepta apresuramientos ni presiones de ningún tipo. La norma suprema que
sustenta esta poderosa razón es la plena verificación científica, más
allá de los indicios y sospechas que vinieron apareciendo.


Y acerca de la razón amorosa, estoy obligado ahora a hablarles desde lo
más hondo de mí mismo. En este instante recuerdo el 4 de febrero de aquel
estruendoso año de 1992, aquel día no tuve más remedio que hablarle a
Venezuela desde mi ocaso, desde un camino que yo sentía me arrastraba
hacia un abismo insondable, como de una oscura caverna de mi alma brotó
el por ahora, y luego me hundí.


También llegan a mi memoria, ahora mismo, aquellas aciagas horas de abril
de 2002, entonces también le envié a mi amado pueblo venezolano aquel
mensaje escrito desde la Base Naval de Turiamo, donde estaba prisionero.
Presidente derrocado y prisionero. Fue como un canto de dolor, lanzado
desde el fondo de otro abismo, que sentía me tragaba en su garganta y me
hundía, y me hundía.


Ahora, en este nuevo momento de dificultades, y sobre todo desde que el
mismo Fidel Castro en persona, el mismo del Cuartel Moncada, el mismo del
Granma, el mismito de la Sierra Maestra, el gigante de siempre, vino a
anunciarme la dura noticia del hallazgo cancerígeno, comencé a pedirle a
mi señor Jesús, al Dios de mis padres diría Simón Bolívar, al manto de la
Virgen diría mi madre Elena, a los espíritus de la Sabana diría
Florentino Coronado, para que me concedieran la posibilidad de hablarles,
no desde otro sendero abismal, no desde una oscura caverna o una noche
sin estrellas, ahora quería hablarles desde este camino empinado por
donde siento que voy saliendo ya de otro abismo.


Ahora quería hablarles con el sol del amanecer que siento me ilumina,
creo que lo hemos logrado. Gracias, Dios mío. Y finalmente, mis amados y
amadas compatriotas, mis adoradas hijas e hijos, mis queridos compañeros,
jóvenes, niños y niñas de mi pueblo, mis valientes soldados de siempre,
mis aguerridos trabajadores y trabajadoras, mis queridas mujeres
patriotas, mi pueblo amado, todo y uno solo en mi corazón, les digo que
el querer hablarles hoy desde mi nueva escalada hacia el retorno no tiene
nada que ver ya conmigo mismo, sino con ustedes, pueblo Patrio, pueblo
bueno, con ustedes.


No quería ni quiero para nada que me acompañen por senderos que se hundan
hacia abismo alguno. Les invito a que sigamos juntos escalando horas
cumbres, que hay semerucos allá en el cerro y un canto hermoso para
cantar nos sigue diciendo desde su eternidad el cantor del pueblo, nuestro querido
Alí Primera.

!Vamos pues, vamos, con nuestro padre Bolívar, en vanguardia, a seguir subiendo

la cima del Chimborazo!

¡Gracias Dios mío! ¡Gracias pueblo mío! ¡Gracias, vida mía!

¡Hasta la victoria siempre!

¡Nosotros venceremos!

La Habana, esta querida y heroica Habana, 30 de junio de 2011.

Desde la patria grande, les digo, desde mi corazón, desde mi alma toda, desde mi esperanza suprema, que es la de un pueblo: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos!

¡Muchas gracias! ¡Hasta el retorno!

¡Con Chavez Todo, sin Chavez nada!