Aprender de otros sitios cuando se cierran los caminos
Publicado el 22 mayo, 2012 por Juan Carlos Monedero

http://www.comiendotierra.es/


No hay solución electoral en Europa que no pase por romper con la lógica
neoliberal que funciona dentro de las instituciones de la propia Unión
Europea. Estamos dentro de un juego de suma cero perfecto: lo que damos a
unos se lo quitamos a otros. España recorta 10.000 millones de euros en
educación y sanidad y pasan íntegramente a Bankia, una empresa privada
dirigida por mafiosos que trabajan también en el gobierno. Es hora de ir
mirando qué han hecho en otros sitios. No para imitar -error que ya pasó en
América Latina cuando en vez de buscar su camino quiso repetir los de otros
lados-, sino para aprender de sus ejemplos. Cada país debe encontrar su
camino y ver después cómo puede compartirlo con sus iguales de la parte del
mundo en donde se encuentra (en este caso, Europa). Después, seguir hasta
completar el planeta, para volver a darnos cuenta de que el mundo es uno.
El viejo internacionalismo renovado. Syriza, la izquierda coherente griega,
dice “No” a la troika europea. Y sólo así abre alguna ventana de
oportunidad en la masacre que los poderosos han escogido para Grecia. ¿Y
dónde encuentran referencias? En la foto, Syriza cuenta cómo le ve la
derecha, como la ve el partido comunista, otros partidos, la Unión Europea
(que, obviamente, los ve como payasos), como se ven ellos (en la calle,
combatiendo con el pueblo) y, algo para pensar, cómo les gustaría: como
Chávez jugándosela con la gente, con 13 elecciones ganadas, con una nueva
Constitución, con el impulso de la integración regional marcado por la ALBA
y la complementariedad, con la dignidad de haberle dicho basta a los EEUU y
al neoliberalismo. Y con la responsabilidad de darle al pueblo las
herramientas para que construya su propia democracia. Para pensar. Y hacer
luego algo.

Da orgullo saber que ya somos referencia mundial para la solución a los problemas de este mundo, que tristeza da ver gente que no lo quiere ver y menos aceptar. Como diría un revolucionario, "Bueno, ellos se lo pierden"