Siria a través de un cristal oscuro
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REALIDAD
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Por DAVID UGARTE
Siria a través de un cristal oscuro
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
El
drama sirio actual está lejos del acostumbrado filme barato
hollywoodense en el que todo es obvio como “los buenos contra los
malos”. La suspensión de la misión de los observadores de la Liga Árabe;
el doble veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU; la
creciente violencia, sobre todo en Homs y algunos suburbios de Damasco:
Todo lleva a temores generalizados en el mundo desarrollado de una
insurrección armada respaldada por Occidente que trate de repetir el
caos de Libia, un país
“liberado” que ahora está regido por milicias fuertemente armadas. La
caída de Siria en la guerra civil abriría la puerta a una conflagración
regional aún más horrible.
Hagamos un intento de ver a través de la niebla.
1. ¿Por qué no ha caído el régimen de Bashar el-Asad?
Porque
la mayoría de la población siria todavía lo apoya (un 55% según un
sondeo de mediados de diciembre financiado por la Fundación Catar. Vea “Arabs want Syria's President Assad to go - opinion poll”
(Los árabes quieren que el presidente Asad de Siria se vaya, sondeo de
opinión) [1], y fíjese en que el título distorsiona el resultado.
Asad
puede contar con el ejército (ninguna deserción entre los altos
rangos); la elite empresarial y la clase media en las principales
ciudades, Damasco y Aleppo; suníes seculares, bien educados; y todas las
minorías, cristianos, kurdos y drusos. Incluso los sirios favorables al
cambio de régimen –pero no islamistas de la línea dura– rechazan las
sanciones occidentales y bombardeos humanitarios al estilo de la OTAN.
2. ¿Está “aislado” Asad?
No.
Por más que la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, lo
quiera y la Casa Blanca subraye que “Asad debe detener ahora su campaña
de asesinatos y crímenes contra su propio pueblo” y “debe dejar su
puesto”. Los proponentes de la “comunidad internacional” del cambio de
régimen en Siria son OTANCCG (Organización del Tratado del Atlántico
Norte-Consejo de Cooperación del Golfo) o, para ser realmente preciso,
Washington, Londres y París y los jeques títeres del Golfo Pérsico que
nadan en petróleo, sobre todo la Casa de Saud y Catar.
Turquía
lleva a cabo un juego muy ambivalente; alberga un centro de comando y
control de la OTAN en la provincia Hatay, cerca de la frontera siria, y
al mismo tiempo ofrece exilio a Asad. Incluso Israel no sabe qué hacer:
prefiere al diablo que conoce a un régimen impredeciblemente hostil post
Asad dirigido por la Hermandad Musulmana.
Asad
está apoyado por Irán; por el gobierno de Bagdad (Iraq se ha negado a
imponer sanciones); por el Líbano (lo mismo); y sobre todo por Rusia
(que no quiere perder su base naval en Tartus) y por su socio comercial,
China. Esto significa que no se estrangulará la economía de Siria
(además, el país está acostumbrado a vivir con sanciones y no tiene que
preocuparse de una deuda nacional). El grupo BRICS es firme: la crisis
siria deben solucionarla únicamente los sirios.
3. ¿Cuál es el juego de la oposición?
El
Consejo Nacional Sirio (CNS), un grupo aglutinador dirigido por el
exiliado en París Barhoun Galyan, pretende representar a todas las
fuerzas opositoras. Dentro de Siria, su credibilidad es sospechosa. El
CNS está afiliado al Ejército Libre Sirio (ELS), compuesto de desertores
suníes armados, pero fragmentados en su mayoría en bandas armadas,
algunas de ellas infiltradas directamente por mercenarios del Golfo.
Incluso el informe de la Liga Árabe tuvo que reconocer que el ELS está
matando civiles y fuerzas de seguridad y perpetrando atentados con
bombas contra edificios, trenes y oleoductos.
La
oposición armada no tiene un comando central; es esencialmente local y
no tiene armas pesadas. La oposición civil está dividida y no tiene
ningún programa político aparte de “el pueblo quiere la caída del
régimen”, imitando el lema de la Plaza Tahrir.
4. ¿Cómo están divididos los propios sirios?
Los
que apoyan el régimen ven una conspiración sionista/estadounidense –con
Turquía y sectores europeos como extras– que se proponen despedazar
Siria. Y ven a las bandas “terroristas” armadas –infiltradas por
extranjeros– como únicas responsables de la peor violencia.
Los
disidentes y la oposición civil fragmentada siempre fueron pacíficos y
están desarmados. Luego comenzaron a recibir la protección de desertores
militares que se llevaron consigo sus armas ligeras. Todos rechazan la
versión gubernamental de los sucesos como pura propaganda. Para ellos,
los verdaderos “terroristas” armados son los sabbiha, bandas
paramilitares asesinas pagadas por el gobierno. Se considera que los
sabbiha (“fantasmas”) son sobre todo alauís, cristianos y drusos,
adultos y también adolescentes, con gafas oscuras, zapatillas blancas,
brazaletes de color y armados de
cuchillos, garrotes, que utilizan nombres falsos entre ellos; los
dirigentes son de tipo físico culturista y manejan Mercedes oscuros.
Incluso las manifestaciones masivas están en conflicto. A las manifestaciones de protesta (muzaharat) el régimen se enfrentó con desfiles (mazirat).
No está claro si las personas que participaron eran empleados públicos
obligados o motivados por decisión espontánea. Los medios estatales
sirios presentan a los manifestantes como agentes provocadores o
mercenarios y descartan directamente la indignación de los que viven
bajo un Estado policial duro sin libertad política.
Un
factor de división adicional es que el número de víctimas de más de
5.000 según la ONU (hasta ahora) no distingue entre las víctimas
favorables al régimen o de la oposición y simplemente ignora a los 2.000
soldados sirios muertos (sus funerales aparecen casi cada día en la
televisión estatal).
5. ¿Qué piensan los cristianos de todo esto?
Los
cristianos occidentales –que solían adorar las compras de gangas en el
zoco de Damasco– deberían prestar atención a cómo ven las protestas los
cristianos sirios. Temen que los suníes en el poder reprimirán a las
minorías (no solo a ellos sino también a los drusos y alauíes). Ven a la
mayoría de los suníes como fanáticos islámicos “ignorantes” y
“atrasados”, sin la menor idea sobre democracia, derechos humanos, o un
lento camino negociado hacia la democracia.
Esa
chusma analfabeta, según ellos, vive en la periferia, no respeta (o
comprende) la vida en la gran ciudad, apoya la violencia causada por
bandas armadas y quiere un Estado islámico (a propósito, es
esencialmente lo que la Casa de Saud quiere para Siria.) Los suníes
seculares, por su parte, critican a los cristianos, subrayando que la
mayoría son negociantes y emprendedores y defienden ideas liberales, y
ciertamente no quieren un Estado islámico. Hay que subrayar que la
oposición incluye a cristianos e incluso alauíes.
6. ¿Cuál es la estrategia occidental sobre el terreno?
Borzou Daragahi del Financial Times
acaba de confirmar que las milicias de Misrata, en Libia, anunciaron la
muerte de tres mercenarios libios en Siria. Esos activos del Consejo
Nacional de Transición libio llegaron a Siria –junto con armas robadas
de los almacenes de Gadafi– por cortesía de los aviones de carga de la
OTAN.
Desde hace meses, como ha informado Asia Times Online, fuerzas
especiales francesas y británicas, han estado entrenando combatientes
en Iskenderun, en el sur de Turquía. La CIA está involucrada en
inteligencia y comunicaciones.
El
ELS utiliza a su gusto la ultra-porosa frontera siria-turca. Turquía
construyó varios campos de refugiados; y Ankara alberga a los dirigentes
del CNS y del ELS. También existe el frente jordano, en conexión con
los fuertemente islamistas (y atrasados) de Daraa. Pero la frontera
siria-jordana está infestada de minas y está fuertemente patrullada; eso
implica un largo desvío de 200 kilómetros en medio del desierto.
La
mayoría de los combatientes del ELS van y vienen desde el Líbano. La
ruta privilegiada de contrabando es desde el norteño valle Bekaa en el
Líbano hacia los bastiones de la oposición, las ciudades de mayoría suní
de Homs y Hama. Hay otra ruta desde el valle Bekaa central yendo hacia
el sur a los suburbios de Damasco (lo que explica que ambos bastiones
reciban abastecimientos). Pero todo el asunto es muy peligroso, porque
el aliado de Siria, Hizbulá, es muy fuerte en el valle Bekaa.
7. ¿Quién está ganando?
Asad
ha prometido –una vez más este martes al ministro de Exteriores ruso
Sergei Lavrov– que habrá una nueva constitución y elecciones nacionales
para el verano. A medias o no, es un intento de reforma.
No obstante, los acostumbrados “funcionarios gubernamentales” anónimos ya han filtrado a la CNN
que la Casa Blanca ha pedido al Pentágono que simule juegos de guerra
para una intervención militar directa de EE.UU. a favor de los rebeldes.
Por lo tanto una intervención de OTANCCG dejando de lado a la ONU sigue
siendo una posibilidad sólida; una operación de bandera falsa por la
que se culpe al régimen de Asad podría ser el casus belli perfecto.
8. ¿Y la conexión Siria Irán?
Siria
es crucial para la esfera de influencia de Irán en el Sudoeste de
Asia/el flanco oriental de la nación árabe. Los miembros del BRICS Rusia
y China quieren mantener el statu quo
porque implica un equilibrio regional del poder que limita la hegemonía
estadounidense. Para China, los suministros ininterrumpidos de petróleo
y gas iraní son un tema de extrema seguridad nacional. Además, si
EE.UU. está inmovilizado en Medio Oriente, el tan pregonado “pivoteo”
del gobierno de Obama y del Pentágono hacia Asia, y especialmente el Mar
del Sur de China, tardará mucho más.
El
grueso de las elites de Washington ve el cambio de régimen en Siria
como un camino crucial para dañar a Irán. Por lo tanto esto va más allá
de Siria. Tiene que ver con la destrucción del régimen iraní, que no es
una satrapía occidental; la energía fluye de Medio Oriente a Occidente;
el control de Occidente sobre el CCG y la intersección entre los mundos
árabe y persa; y la preservación del papel del petrodólar. Siria-Irán es
ahora una competencia titánica entre la OTANCCG y Rusia/China para
tratar de expulsarlos de Medio Oriente. La doctrina de Dominación de
Espectro Completo del Pentágono nunca está más viva que cuando los
chacales y hienas de la guerra gritan y patean.
Notas: 1. Vea aquí .
Pepe Escobar es corresponsal itinerante de Asia Times Online. Es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge . Su ultimo libro es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com
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